Descubre un lugar donde el tiempo se detuvo sin renunciar al confort. En lo alto de los Valles Pasiegos, el palacete de Sandoñana se alza como un refugio con alma, conservando su esencia señorial en cada detalle.
Conservando sus raíces y mirando al futuro,
el Palacio de Sandoñana es más que un edificio: es un testigo del tiempo, restaurado con mimo
para ofrecer una experiencia serena, estética y cómoda.
El palacete de Sandoñana data del siglo XVII, un edificio construido en piedra que aún hoy conserva sus cimientos y fachada originales, en las que destaca el escudo de Fernández Maquilón y una imagen de la Virgen de Guadalupe. Ubicado en un entorno natural privilegiado, en lo alto de uno de los Valles Pasiegos, el palacio ofrece unas vistas inusuales y sobrecogedoras, permitiendo disfrutar de las montañas que lo rodean: el sueño de cualquier viajero en busca de calma y belleza.
En su interior se reparten 12 amplios apartamentos que combinan una estética moderna y acogedora con los muros nobles de sillería del edificio original. Cada uno de ellos está diseñado para asegurar el máximo confort y tranquilidad: equipados con cocina completa (microondas, nevera) y baño en suite privado.
El palacete se eleva en tres alturas, y cada planta dispone de su terraza común donde deleitarse con un desayuno mientras se contempla el valle cubierto de nubes al amanecer. Una estancia en plena naturaleza, en el corazón de Cantabria, pensada para reconectar y respirar belleza.
¿Quieres conocer la historia del palacio, su entorno y el proyecto original? Visita Sandoñana Old Palace Lodge y sumérgete en la experiencia completa.